Antes de embarcarse en una odisea cibernética es conveniente hacer un plan.
Se debe saber una serie de puntos clave y tener claro el diseño.
El prediseño consiste el averiguar los objetivos a conseguir. Tras encontarlos, se diseñará la página a medida de esos fines.
Los puntos sobre los que bascula una página web son:
- Objetivo.
- Público objetivo.
- Contenidos: destinados y adaptados al público.
- Directrices: que moldean la forma del contenido.
- Tecnología: preguntarse que medios son necesario y de cuales dispones.
- Tiempo: de cuanto dispones y cuanto necesitas.
- Presupuesto: sobre los fondos necesarios.
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Estos puntos ya estaban presentes en la China de 496 a. C |
Ya con la mente clara y un camino definido se puede empezar con el diseño de la página web.
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